Comportamiento de los Eventos de Interés en Salud Pública en Bogotá
- Evento Respiratorio ESI – IRAG
La Infección Respiratoria Aguda (IRA) ha sido relacionada con la variabilidad de la temperatura y la humedad relativa, además de otros factores ambientales como la contaminación atmosférica, la acción del viento, las precipitaciones y la presión atmosférica (1). Bogotá se ha caracterizado por tener un régimen con dos temporadas de lluvias, la primera entre marzo y mayo, y la segunda temporada entre septiembre y noviembre. Cabe anotar que estos períodos de precipitaciones para la mayoría de los años 2009 a 2022 mostraron un comportamiento inusual abarcando meses tradicionalmente secos. El análisis de los períodos secos y lluviosos junto con la notificación del evento ESI IRAG (evento 345 SIVIGILA distrital) para los años 2009 a 2019 permite determinar que el 60% de casos se presentan en temporada de lluvias, coincidiendo con estudios realizados que evidencian un patrón estacional en las infecciones respiratorias denominado “picos respiratorios” en los periodos de precipitaciones anteriormente descritos, siendo una de las razones el aumento en la circulación de los virus respiratorios durante las temporadas de incremento regional de las precipitaciones (2).
Del periodo 2009 al 2019, se denota que el año con mayor número de notificaciones es 2009 con 3.773 casos, lo cual se puede relacionar con la pandemia de Influenza virus A H1N1; le siguen el 2010 y el 2011, con 2.592 y 2.158 casos respectivamente, siendo estos mismos años los que muestran mayores registros en la precipitación (10114,6 mm en 2010 y 10640,1 mm en 2011) y el predominio del fenómeno de “La Niña”. Por el contrario, el 2015 registra la menor notificación (545 casos) y se acompaña de la precipitación anual acumulada más baja de estos años (5867,4 mm) y de la presencia del fenómeno climático “El Niño” que atenúa las lluvias.
La notificación para el 2020 (11.161 casos) se ve afectada por la inclusión de casos sospechosos de COVID-19, especialmente durante los meses iniciales de la pandemia (marzo a julio), lo cual hace que los datos de ese año no sean comparables con los datos del histórico del evento. Para el 2021 se registró una notificación de 1.686 casos de IRAG, teniendo en cuenta que por la contingencia de COVID-19 la vigilancia priorizó la adherencia a la definición operativa de este evento respiratorio; el 66% de las notificaciones (1.106 casos) se presentaron en meses lluviosos. En el 2022, los datos señalan 4.278 casos de ESI-IRAG notificados, 82% correspondientes a los meses de febrero a junio y septiembre a diciembre, los cuales se clasificaron como lluviosos.
En cuanto a 2023, se tiene una notificación de 4.080 casos y en 2024 de 5.151 casos, 47% y 49% de estos respectivamente, correspondientes a meses lluviosos. Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), para esos años “La Niña” se evidenció en enero de 2023, mientras que “El Niño” desde mayo de 2023 hasta abril de 2024; estos fenómenos de variabilidad climática favorecen las infecciones respiratorias, en el primer caso mediante el aumento de lluvias y en el segundo, debido a condiciones climáticas que propician temporadas secas las cuales contribuyen a la suspensión de partículas contaminantes en el aire y por tanto afectan la calidad de este.
De manera preliminar, en el primer semestre de 2025 se han notificado 2.882 casos de ESI-IRAG, 91,5% de estos entre febrero y junio, meses lluviosos del período.
Referencias ESI- IRAG:
(1) Robles Sánchez, Danny E. Influencia de la temperatura y humedad ambiental en las infecciones respiratorias agudas (IRA) en la ciudad de Huaraz, periodo 2012 – 2016, 2018 [Tesis Doctoral]. Huaraz: Unasam; 2019 [citado 3 Abr 2020]. Disponible en: http://repositorio.unasam.edu.pe/bitstream/handle/UNASAM/3340/T033_71449783_T.pdf?sequence=1
(2) Correal, María; Marthá, Juan; Sarmiento, Rodrigo. Influencia de la variabilidad climática en las enfermedades respiratorias agudas en Bogotá. 2015. Biomédica, 130-138. Disponible en:https://revistabiomedica.org/index.php/biomedica/article/view/2456/2811
- Evento vectorial Dengue:
El dengue es una enfermedad viral aguda transmitida por mosquitos del género Aedes. Se manifiesta principalmente con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, náuseas y vómitos. La infección puede evolucionar hacia formas más graves conocidas como dengue grave o dengue hemorrágico que puede poner en riesgo la vida del paciente, llegando a ocasionar incluso la muerte (OPS, 2024).
El vector del Dengue, está distribuido globalmente, especialmente en regiones del trópico y subtrópico. Su expansión se ha visto favorecida por efectos de la variabilidad y el cambio climático que modifican las condiciones atmosféricas de temperatura, precipitación y humedad y otros factores como la expansión urbana, las deficiencias en el control vectorial, la resistencia a los insecticidas y la falta de educación comunitaria, han permitido que el vector amplíe su área de distribución. (WMP, 2025). Por ello, el dengue es actualmente considerado una enfermedad de alto impacto epidemiológico a nivel poblacional (OMS, 2023).
Aunque en Bogotá no se registra la presencia del vector, debido a factores como su ubicación geográfica, altitud, latitud y temperatura; desde el año 2009 se realiza vigilancia epidemiológica para los casos importados de la enfermedad. En este contexto, se han identificado incrementos en el número de notificaciones en años específicos, que coinciden con dos fases del ENOS: la fase cálida conocida como “El Niño” y la fase “Neutra”.
“El Niño” se caracteriza por condiciones climáticas más secas, en donde los reservorios y depósitos de agua se convierten en criaderos ideales para el mosquito transmisor, lo que podría explicar los picos registrados durante los años 2010 (2.622 casos), 2016 (2.645 casos) y 2024 (3.129 casos). De otra parte, los casos notificados durante la fase “Neutra” en los años 2013 (2.616 casos), 2014 (2.241 casos) y 2023 (1.072 casos) pueden estar relacionados con las condiciones ambientales favorables que se presentan para el vector, típicas de zonas tropicales en donde las condiciones de temperatura y humedad siguen siendo aptas para la transmisión de la enfermedad.
Cabe resaltar que. la disminución en los casos se observa cuando tiene ocurrencia el fenómeno de “La Niña”, caracterizado por el aumento de las precipitaciones. Las lluvias intensas generan condiciones desfavorables para el vector ya que puede mermar los criaderos lo que puede contribuir a la reducción en los casos reportados. Esto se evidenció en los primeros meses del año 2009 así como en los años 2011, 2021 y 2022.
Durante el primer semestre de 2025 se notificaron un total de 1.061 casos de dengue en Bogotá. El mayor número de notificaciones se presento entre los meses de enero y marzo (751 casos), periodo que estuvo bajo la influencia del fenómeno de El Niño, cuyas condiciones climáticas favorecen la dispersión del vector en regiones endémicas. A partir del mes de abril, con la transición a un periodo Neutro, los casos disminuyeron considerablemente hasta junio (310 casos) reflejando el descenso de las notificaciones.
Nota: Los casos registrados en 2025 corresponden a reportes preliminares del SIVIGILA y están sujetos a ajustes posteriores.”
- Evento vectorial Leptospirosis:
La leptospirosis es una enfermedad zoonótica con un profundo impacto en la salud pública a nivel mundial (1). Es causada por bacterias del género Leptospira, se transmite a los humanos cuando la piel o mucosas entran en contacto con la orina de animales infectados generalmente roedores, bovinos, porcinos, equinos (2). Se manifiesta con fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, náuseas, vómito y diarrea. Sin embargo, puede progresar causando complicaciones como insuficiencia renal aguda o síndrome de hemorragia pulmonar y, en algunos casos, puede llegar a causar la muerte (3).
La complejidad de esta enfermedad se atribuye a las condiciones socioeconómicas, climáticas y ambientales. el aumento de casos de leptospirosis está relacionado con el aumento de la precipitación y la humedad durante los períodos del fenómeno de La Niña (4). Y el aumento de los casos suele ocurrir con frecuencia después de inundaciones (5).
La Secretaría Distrital de Salud (SDS) realiza seguimiento a las notificaciones de casos de leptospirosis desde el año 2009. En Bogotá, los reportes de la enfermedad muestran un comportamiento irregular a lo largo del tiempo presentándose transmisión de la enfermedad tanto en la época seca, como en la temporada lluviosa.
Entre 2009 y 2024, la ciudad ha presentado variaciones significativas en la notificación de casos de leptospirosis. Durante la primera década (2009–2019), se registraron 297 casos, con un promedio de aproximadamente 27 casos por año. En el periodo 2020–2021, aunque más corto, se reportaron 52 casos, manteniéndose un promedio anual similar (26,5 casos). Posteriormente, entre 2022 y 2024, se notificaron 276 casos: 59 en 2022, 91 en 2023 y 31 en 2024, lo que muestra un aumento considerable respecto a los años anteriores, aunque con una leve disminución en el último año.
Para primer semestre de 2025 se notificaron 19 casos de leptospirosis en Bogotá. En enero se registraron 2 casos, coincidiendo con niveles bajos de precipitación y ausencia de encharcamientos. Entre febrero y abril, aunque se evidenció un incremento significativo de las lluvias y de los encharcamientos (24–27 eventos), los reportes de casos se mantuvieron estables entre 2 y 3 por mes. En mayo se presentó el mayor número de notificaciones (5 casos), coincidiendo con una temporada lluviosa y con 15 encharcamientos reportados. Finalmente, en junio se notificaron 4 casos, coincidiendo con una disminución tanto de las precipitaciones como de los encharcamientos (9 eventos). Es así que el comportamiento de los casos reflejó fluctuaciones a lo largo del semestre.
En este contexto, los reportes de leptospirosis en el distrito son constantes con o sin evidencia de encharcamientos, lo que sugiere que incluso niveles moderados de acumulación de agua pueden ser suficientes para sostener la transmisión, independientemente de eventos de lluvia intensos. Esto sugiere que, además de los eventos climáticos extremos, otros factores como la infraestructura urbana, los sistemas de manejo del agua y la disposición inadecuada de residuos que favorecen la proliferación de vectores como las ratas, podrían desempeñar un papel determinante en la propagación de la enfermedad.
Bibliografía Dengue y Leptospirosis.
1. | Baharom M, Ahmad N, Hod R, Norlen M. Environmental and Occupational Factors Associated with Leptospirosis: A Systematic Review. CellPress. 2024 Enero 15. |
2. | OMS. Noticias sobre brotes de enfermedades. [Online].; 2022. Available from: https://www.who.int/es/emergencies/disease-outbreak-news/item/2022-DON403. |
3. | Parra Barrera E, Bello Piruccini S, Rodriguez K, Duarte Valderrama C. Serologically Confirmed Human Leptospirosis in Colombia, 2015–2020. The American journal of tropical medicine and hygiene. 2024. |
4. | Pérez EC, Loyola S, Espitia- Almeida F, Torres – Pachecho J, Malambo -García D, Gomez – Camargo D. Variabilidad climática y casos de leptospirosis humana en Cartagena, Colombia: un estudio ecológico de 10 años. Revista Estadounidense de Medicina Tropical e Higiene. 2021. |
5. | Yanagihara Y, Villanueva, , Nomura , Ohno , Toshiki S. Leptospira Is an Environmental Bacterium That Grows in Waterlogged Soil. American Society for Microbiology. 2022. |
6. | OPS. Dengue. [Online].; 2024. Available from: https://www.paho.org/es/temas/dengue. |
7. | WMP. World Mosquito Program. [Online].; 2025. Available from: https://www.worldmosquitoprogram.org/es/noticias-historias/historias/explicativo-como-el-cambio-climatico-esta-amplificando-las. |
8. | OMS. Dengue región de las Américas. [Online].; 2023. Available from: https://www.who.int/es/emergencies/disease-outbreak-news/item/2023-DON475. |
Indicadores Climáticos y Ambientales
- Temperatura
La temperatura promedio en Bogotá para el periodo 2009 al primer semestre del 2025 es de 14.68 °C; evidenciando algunos años más fríos o cálidos, los cuales pueden estar influenciados por diversos fenómenos de variabilidad climática, como el fenómeno ENOS, en sus fases denominadas “El Niño” con aumentos de temperatura y “La Niña” con disminución en la temperatura.
En el primer semestre de 2025 se observan variaciones de temperatura en relación con el estado del fenómeno El Niño Oscilación del Sur (ENOS). En enero y febrero, bajo condiciones de Niño fuerte, las temperaturas máximas alcanzaron picos cercanos a 27 °C, con mínimas muy bajas (5–7 °C), lo que sugiere mayor variabilidad térmica diaria. A partir de marzo, el ENOS pasó a neutral y las temperaturas tendieron a moderarse, con máximas alrededor de 24–25 °C y mínimas de 6–8 °C. Este comportamiento refleja que durante episodios de Niño hay mayor riesgo de calor diurno intenso, mientras que en neutralidad el clima se estabiliza. En cuanto a la temperatura promedio, los valores de enero a junio de 2025 se ubicaron ligeramente por encima del promedio histórico de Bogotá (14 °C a 15 °C), alcanzando en varios meses promedios cercanos a 16 °C. Esto confirma que el primer trimestre estuvo influenciado por El Niño con un leve calentamiento, mientras que, en el segundo trimestre, bajo condiciones neutrales, los registros retornaron a cifras más cercanas al comportamiento histórico.
- Inundaciones y encharcamientos
Este indicador corresponde a la ocurrencia de inundaciones y encharcamientos notificados en Bogotá del 2007 al primer semestre de 2025. Es importante resaltar que las inundaciones hacen referencia a láminas de agua mayores de 30 cm y los encharcamientos a láminas de agua menores de este.
El primer semestre de 2025 estuvo dominado por la temporada de lluvias, con acumulados que oscilaron entre 1.400 y 2.600 mm. Para este primer semestre no se reportaron inundaciones reportadas, pero sí se presentaron encharcamientos frecuentes (entre 9 y 27 casos mensuales), especialmente en marzo y abril, coincidiendo con los picos de precipitación. Al comparar con promedios históricos, la frecuencia de encharcamientos durante el semestre 2025 fue superior a la habitual. Durante el semestre enero-junio de 2025 se reportaron 102 encharcamientos, con un promedio de 17 eventos mensuales, alcanzando picos de 27 en febrero y marzo y un mínimo de 9 en junio. Esta frecuencia resulta superior al promedio histórico (<10 eventos mensuales), lo cual confirma que, aun sin registrarse inundaciones masivas, las lluvias intensas sobrepasaron la capacidad de drenaje urbano y generaron afectaciones locales con implicaciones en movilidad y salud pública.” En términos de salud pública, los encharcamientos prolongados incrementan la exposición a vectores y problemas de saneamiento, incluso en ausencia de eventos catastróficos de inundación.
- Fenómenos de remoción en masa
Este indicador evidencia el comportamiento entre las variables Fenómenos de Remoción en Masa – (FRM) y el número de damnificados en Bogotá entre el 2007 al primer semestre de 2025.
Durante los meses de enero a junio de 2025, los fenómenos de remoción en masa se incrementaron a medida que avanzó la temporada lluviosa: desde 11 eventos en enero, 9 eventos en febrero hasta un máximo de 37 en abril, cuando también se registró alto acumulado de lluvias (2.609 mm). Posteriormente, en mayo y junio los eventos disminuyeron a 23 y 17, en paralelo con la reducción de la precipitación acumulada. Esto confirma la relación directa entre lluvias intensas y la inestabilidad del suelo, propia de laderas y áreas con deficiente manejo del territorio. Comparado con registros históricos, el número de fenómenos de remoción en masa en el primer semestre de 2025 se mantuvo dentro de los rangos altos observados en temporadas lluviosas. La correlación sugiere que los FRM son un indicador temprano de saturación hídrica, clave para la gestión del riesgo y la prevención de emergencias en zonas urbanas y rurales.
Nota 1: para referenciar la gráfica y el análisis del presente indicador, debes hacerlo de la siguiente manera: Secretaría Distrital de Salud. Observatorio de Salud de Bogotá-SaluData. Disponible en https://saludata.saludcapital.gov.co/osb/.https://saludata.saludcapital.gov.co/osb/indicadores/cobertura-de-vacunacion-antirrabica-y-enfermedades-zoonoticas-en-bogota-d-c/
Nota 2: para referenciar los datos usados: Ingresa a la ficha técnica del indicador ítem: Fuente de la información. Como usuario de SaluData eres responsable del uso, análisis e interpretación de los datos descargados.
Nota 3: los datos del año 2025 tienen corte al primer semestre y son preliminares en cuanto pueden variar al cierre de las bases al finalizar el año. Ver ficha técnica del indicador para información adicional.
Buenas sres SSD, viendo los indicadores debería haber uno que integre la salud ambiental como el visor geográfico de la SDA, para analizar los tiempos actuales y poder tomar acciones desde el seno de la comunidad, caso razonamiento de agua, que van a generar una estadística para el final del año en cuanto a enfermedades gastrointestinales, cuáles son las recomendaciones y acciones para mitigar este evento, entre otros, gracias y saludos
Buen día Fabian.
Agradecemos su visita y comentario.
En respuesta a la inquietud planteada, es necesario aclarar que, de acuerdo con la información presentada en el tablero de cambio climático, se muestra una relación entre las enfermedades sensibles al clima, categorizadas por año, y su vinculación con fenómenos climáticos específicos como “El Niño” y la temporada de lluvias en el distrito.
A diferencia del visor geográfico de la SDA, que se basa en estaciones de monitoreo, nuestro análisis reconoce que las enfermedades sensibles al clima no pueden ser asociadas a un único punto espacial. Esto se debe a que su incidencia está influenciada por múltiples factores, como el entorno laboral, el hogar y los lugares de ocio que frecuentan las personas, entre otros.
Por ello en nuestros indicadores se va a encontrar la relación que existe entre el aumento o disminución de las enfermedades sensibles al clima y las variables climatológicas propias del distrito. De esta manera, proporcionamos una visión más completa y precisa del impacto del cambio climático en la salud pública.