La mortalidad materna es monitoreada a través del indicador de Razón de Mortalidad Materna (RMM) que describe el número de casos de muertes maternas que ocurren durante el embarazo, parto y los 42 días siguientes, ocurridas en el periodo dividido entre los nacidos vivos en el mismo espacio de tiempo

En Bogotá desde el año 2007 se había evidenciado una importante reducción de este indicador y el perfil epidemiológico de estas mortalidades son consideradas en su mayoría como evitables; sin embargo, para el año 2020 y 2021 se observa un comportamiento atípico en el indicador de Mortalidad Materna (RMM) en Bogotá, con tendencia al aumento. En el año 2022 se presentaron 21 casos de muertes maternas tempranas, equivalente a una RMM de 32,4 por 100.000 NV; para el  primer semestre del año 2023 se han registrado 8 muertes con una tasa proyectada del 26,2, lo que evidencia una tendencia al descenso del indicador (datos preliminares); sin embargo, este indicador se ve afectado directamente por las variaciones en el denominador que corresponde al número de nacidos vivos, éste con una tendencia importante al descenso en los últimos años en el Distrito Capital.

En contexto a lo anterior, la muerte materna constituye un problema social y de salud pública, en el que inciden múltiples factores, agravados en nuestro contexto por la carencia de oportunidades, la desigualdad económica, educativa, legal o familiar de la mujer y dentro del componente asistencial el acceso, oportunidad y calidad de los servicios de salud.